La República Popular Democrática De Corea En La Geopolítica Mundial
Por Julio Yao, Presidente de la Asociación Panameña de Apoyo a la Reunificación de Corea (APARCO)
LA comunidad internacional se siente amenazada por tres escenarios que pueden transformarse en una pesadilla mundial.
El primero consiste en el conflicto entre EUA (la OTAN), junto a una ambigua Unión Europea, por un lado, y, por el otro, a Rusia. El conflicto con Rusia tiene como trasfondo la negativa occidental de no cumplir con los Acuerdos de Minsk sobre Ucrania ni mucho menos las afirmaciones del presidente Ronald Reagan y la Primera Ministra, Margaret Thatcher, a Mijail Gorbachev, de que la OTAN no avanzaría ni una pulgada hacia el Este, a expensas de la antigua Unión Soviética. Los acuerdos de Reagan-Thatcher rediseñaron el mundo de 1980/1990 y preanunciaron el derrumbe de la Unión Soviética. Reagan y Thatcher mintieron, y la OTAN se expandió hacia el Este.
Las alegaciones de que Rusia invadirá Ucrania es una cortina de humo para integrar una alianza de países europeos y algunos otros del Báltico, aspirantes a miembros vasallos de la OTAN que se oponen al Gulfstream 2 entre Rusia y Alemania, aunque éste está prácticamente terminado y que sería de rotundo beneficio para Alemania. Pero el propio gobierno de Kiev ha desmentido los gritos de “viene el lobo” de EUA y ha reconocido que la movilización de tropas rusas dentro de sus fronteras nacionales nada tienen de amenazantes para Ucrania.
El presidente Vladimir Putin ha dicho que Rusia no tiene tropas en las fronteras con EUA y, por supuesto, no quiere reeditar una nueva Crisis de los Misiles de 1962 como ocurrió con Cuba.
El segundo escenario tiene como eje a China, particularmente Taiwán, Hong Kong y Xinjiang. EUA lleva a cabo una guerra híbrida contra China, que va desde amenazas de confrontación en su Mar Meridional hasta la intervención directa a favor de la “independencia” de Taiwán, una isla que históricamente pertenece a China, hecho que EUA reconoció desde 1971 bilateralmente y en el marco de la ONU (Res.A.G., 25 abril 1971) y que, ahora, Washington pretende olvidar.
A pesar de las protestas de China, EUA continúa ofreciendo apoyo militar a Taiwán, en tanto que China, legítimo titular de la soberanía sobre la isla y territorios conexos, lleva a cabo maniobras militares para disuadir los actos separatistas en torno al Estrecho en ejercicio de su derecho a la defensa territorial.
Hong Kong fue traspasado a China en 1997, de conformidad con un tratado del siglo XIX, pero Reino Unido, con la complicidad de Washington, no cesa de intervenir en ese territorio, comprometiendo a ciudadanos hongkoneses como agentes obstruccionistas y saboteadores de la soberanía de China. La oposición a China rechaza la jurisdicción de Pekín en la seguridad nacional a Hong Kong.
En cuanto a Xinjiang, EUA y Occidente intentan debilitar a China por diferentes flancos, esta vez argumentando que China aplasta los derechos humanos de la población Uygur, cosa que hasta la ONU ha desmentido al reconocer que los extremistas islámicos intentan separar a Xinjiang del territorio de China -- el mayor entre sus provincias -- para conformar un Turquestán Oriental independiente, aupado por jihadistas. Pero, se ha demostrado hasta la saciedad que los Uygures gozan de plenos derechos, incluso superiores a los de la población Han, supuestos favoritos de Pekín.
China se ve atenazada por la alianza AUKUS (Australia, Reino Unido y EUA) y por el QUAD (EUA, India, Australia, Japón), que mantiene un férreo cerco frente a China, Rusia, Irán y la RPD de Corea.
La RPD de Corea no está solamente en medio de la geopolítica mundial sino en medio de los principales protagonistas de la Historia.
Colindando al norte con China, al noreste con Rusia, al este con Japón, al sur con Corea del Sur (EUA) y al oeste con la bahía de Corea, la RPD de Corea se ve rodeada de amigos y enemigos. Luego de ser invadida y ocupada por Japón desde 1910 y antes, la parte norte de la península, bajo la sabia dirección del camarada Kim Il Sung, enfrentó y derrotó a los japoneses mediante guerra de guerrillas, lucha que continuó hasta combatir a los coreanos aliados de los japoneses, primero, y después, de los norteamericanos.
Las RPD de Corea, junto con el EPV de China, libró un combate desigual contra EUA y la ONU en la Guerra de Corea (1950-53), que terminó en un Armisticio.
El desarrollo nuclear de la RPD de Corea responde a la necesidad de protegerla de ataques de Corea del Sur y EUA, que la mantienen cercada de bases militares, armas nucleares y sometida sanciones ilegales, así como de maniobras militares anuales con el Sur que obligan a la RPD de Corea a reforzar constantemente su defensa.
No olvidemos que el presidente Mao Tsé Tung decidió -- en vez de atacar a Chiang Kai Shek, que había escapado a Taiwán, protegida en el Estrecho por la Sexta Flota de EUA -- cooperar con los norcoreanos que veían amenazada su frontera recíproca con China en el Río Yalu o Amrok. No olvidemos tampoco que el General Douglas MacArthur intentó arrojar bombas atómicas sobre China. La Guerra de Corea enseñó el camino correcto de enfrentar las múltiples amenazas que se ciernen sobre la RPD de Corea, lo que hace indispensable mantener una diplomacia armónica entre Pyongyang y Pekín.
Esos esfuerzos encuentran asidero en los tres Principios para la Reunificación del Presidente, Kim Il Sung (4 de julio de 1972), y en los posteriores acuerdos promovidos tanto por el Presidente del Comité de la Defensa Nacional Kim Jong Il, como el actual Jefe de Estado, Presidente Kim Jong Un, incluídas las conversaciones de este último con el presidente, Donald Trump, en Singapur (2018).
Sin embargo, el Tratado de Defensa Mutua entre EUA y la República de Corea, contrario al espíritu del Armisticio de la Guerra de Corea de 1953 -- que subyuga la soberanía de Corea del Sur a EUA -- es un factor que conspira contra la reunificación y la paz regional y mundial y que se utiliza contra la República Popular China.
No debemos olvidar tampoco que la RPD de Corea mantiene las sólidas relaciones de amistad con China y con Rusia y que China acaba de reiterar su compromiso defensivo con Rusia, un factor que aumenta significativamente la importancia estratégica de la RPD de Corea.